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de la autora

E n T r E v I s T a S

Entrevista realizada por La Nación

Entrevista realizada antes del cuarto libro

Entrevista a cerca de los dos libros especiales

 

Entrevista a J. K. Rowling por "La Revista" (diario La Nación)

Ellos visten sombreros puntiagudos, asisten o han pasado por el respetadísimo Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, estudiando fórmulas de pociones, hechizos, y los secretos para la Defensa contra las artes oscuras; montan en escobas voladoras de última generación como la Nimbus 2000, reciben su correo por medio de lechuzas, cuidan de mascotas de tres cabezas, usan polvo flu para trasladarse y viajar donde les plazca y, por supuesto, juegan quidditch, una especie de fútbol aéreo con cuatro balones y seis arcos que se juega montando sobre escobas; si es con la nueva versión de la Nimbus, la 2001, mucho mejor.

Se trata de personas bastante "comunes" que luego podrán desempeñarse en la actividad privada, como comerciantes en el laberíntico Diagon Alley, donde se exponen los más estrafalarios enseres y productos para magos y brujas; como contadores, velando los intereses de Gringotts, el único banco de la comunidad mágica, dirigido por gnomos; o como simple empleados públicos en algún ministerio. El de Magia, por ejemplo.

Pero casi ninguno de ellos, independientemente de su ocupación o aptitudes, nombrará por temor a invocarlo a el-que-no-puede-ser-nombrado. Es decir, Lord Voldermort, el brujo más atroz que haya engendrado jamás la comunidad mágica.

Su particularidad más singular, sin embargo, es que están condenados a compartir su existencia con nosotros, los muggles.

Muggles somos todos aquellos que no pertenecemos a la comunidad mágica y desconocemos su existencia, que no vemos en la figura del director de Hogwarts, Albus Dumbledore, a la gran eminencia que es en materia de hechicería y que tampoco reconocemos en Harry Potter, los méritos de haber sido el único ser capaz de haber

salido indemne a los conjuros de las fuerzas del mal, encabezadas por Lord..., mejor dicho, por el-que-no puede-ser-nombrado.

Acido de la prolífica e hipercreativa inventiva de la inglesa Joanne Kathleen. Rowling, el aprendiz de mago Harry Potter se ha transformado en el personaje de ficción de culto por antonomasia y en el fenómeno editorial más rutilante en la historia de la literatura infantil de todos los tiempos.

La historia, que acumula un sinnúmero de prestigiosos premios literarios, se enmarca en Inglaterra, en un tiempo que bien podrían ser los setenta, donde la comunidad mágica--de allí su gran mérito--, no se presenta remota a la realidad y vicisitudes del mundo cotidiano.

Harry es un niño huérfano, enjuto, ojos como enormes esmeraldas, cabellera negra arremolinada y anteojos rotos pegados con cinta adhesiva, que soporta los vejámenes de sus tíos, Vernon y Petunia Dursley y los de su insoportable primo Dudley, hasta que el día de cumpleaños número 11 descubre que heredó poderes mágicos de sus padres. Y que no fue otro que Lord Voldermont el responsable por la muerte de éstos.

Inundada de humor, aventura, y suspenso, la historia, si bien satisface holgadamente la curiosidad por ese inquietante mundo mágico sutilmente emparentado con la realidad, no estrena fórmulas nuevas: El bien y el mal se hacen presentes como valores no ajenos a ambos mundos. Sólo que éste último, rehúsa los eufemismos, amparándose en la libertad de la autora, que arremete sin concesiones a la hora de representarlo por momentos, de la manera más cruda.

Los tres primeros libros editados de Harry Potter que conforman una serie de siete volúmenes—uno por cada uno de los siete años que Harry permanecerá en el milenario castillo de Howgarts, un internado inspirado satíricamente en los flemáticos boarding schools británicos, como Eton College en Windsor—vendieron en el mercado global la impresionante suma de 30 millones de ejemplares, han sido traducidos a 35 lenguas en más de 200 países, y encabezan, desde su aparición, la lista de best sellers de The New York Times, con un récord de permanencia ininterrumpida para el primero, Harry Potter y la piedra filosofal, de más de 72 semanas; de 47 para el segundo, Harry Potter y la Cámara secreta, y de 33 para el tercero, Harry Potter y el prisionero de Azkabán, recientemente editado en el país por Emecé.

Con un éxito tan instantáneo como poco perecedero, la polémica mediática no tardó en llegar. Encolumnada en una sola fuerza—a excepción de la casa Scholastic que se hizo de los derechos para los EE.UU-- la poderosa industria editorial americana objetó, que títulos infantiles integraran la tradicional lista de best sellers de adultos. Y más aún cuando tres de éstos, cumplido un tiempo más que prudencial, bien podrían ceder los espacios a nuevos títulos.

Pero el fenómeno de la pottermanía acredita méritos aún más importantes e insondables: la historia del niño huérfano, con distintiva cicatriz en forma de rayo en la frente, recuerdo de su enfrentamiento con Lord Voldermort, ha incentivado el hábito de la lectura en niños y adolescentes siempre imantados al tubo catódico, los juegos de la PC e Internet. Y en el mundo anglosajón donde la nostalgia por la infancia perdida parece estar a la orden del día, son también los adultos los que han quedado prendados por la historia de Rowling. Tanto, que muchas de las páginas de fans en Internet pertenecen a lectores adultos, y hasta se han editado ejemplares de lujo para ellos; algunos con sobria y discreta portada para no exponer a la vista de todos lo que para algunos sería la evidencia del costado más pueril de los adultos.

Las aristas del fenómeno se multiplican como el número de hechizos y el nacimiento de nuevos y coloridos personajes en cada uno de los libros: desde boicots contra la historia por parte de sectores cristianos ultra conservadores, que aducen que la Biblia condena a brujos y magos como la representación del mal, una demanda de plagio en New York por la invención del término "muggle"—enfáticamente desmentida por Rowling--, hasta inusitadas estrategias de venta de las librerías americanas que promueven un midnight madness: los negocios permanecerán abiertos en la madrugada anterior a la salida del flamante cuarto libro (Harry Potter and the Doomspell Tournament, previsto conjuntamente en Inglaterra y EE.UU para el 8 de julio) para que los más fanáticos se aseguren una copia antes de encontrarse con ejemplares agotados.

No obstante, el más benévolo y redituable de los impactos, es el que se describe en la prensa norteamericana como el "síndrome de abstinencia de Harry Potter": mientras la aparición del siguiente libro se hace esperar, los padres, con buen timing, le acercan a los niños otros títulos de temática similar para capitalizar el entusiasmo y apuntar a cimentar un verdadero hábito de lectura.

Semejante boom no pasó desapercibido en la industria cinematográfica. La Warner Brothers, que adquirió por una cifra de siete dígitos los derechos de los dos primeros libros, prepara la adaptación para junio del 2001, con una artillería de efectos especiales capaces de competir con la fantástica e inagotable inventiva Rowling. El reemplazante de Steven Spielberg, que por problemas de agenda debió desistir del proyecto, será el director de Home Alone y Mrs Doubtfire, Christopher Columbus, que la rodará en distintos escenarios londinenses. Un capítulo aparte, se reserva para la industria del merchandising, cuyos derechos también se hizo la Warner , aunque ya en las calles del gran país del Norte se vislumbran pequeños Harry, con el infaltable tatoo del rayo en la frente, munidos con varitas, escobas y calderos.

Del otro lado del Atlántico, el fervor es más discreto en las formas, pero no hay librería londinense que no despliegue en su vidriera, los tres tomos con la historia de Harry Potter como emblema literario, junto con inmensos carteles que invitan a reservar una copia del cuarto libro, para cuando salga en julio.

Mientras que Alemania, el resto los países europeos, y Japón se adhieren al boom de la pottermanía, detrás de Estados Unidos y Gran Bretaña, el recibimiento masivo de Harry en la Argentina ha sido tibio, con ventas que no superan los 40.000 ejemplares para ambos títulos. Aunque el primero va por la sexta edición; una cifra nada desdeñable para el mercado local. Algunos pocos colegios ingleses hasta lo han implementado como lectura no obligatoria.

¿Qué lo hace a Harry Potter tan especial como para que chicos que nunca leyeron un libro se embarquen en la lectura de novelas de 250 y 350 páginas?, es la pregunta recurrente. Y las hipótesis se multiplican de acuerdo a la cantidad de interpretaciones subjetivas sobre los libros. Algunos sostienen que el mérito de Rowling se debe a su falta de autocensura, en un género siempre sujeto a todo tipo de restricciones por partes de las editoriales sobre lo que es o no políticamente correcto para una chico de 10 años.

Otros apuntan a la capacidad de la autora de poner en juego emociones fuertes. Y no falta quien señala que el hecho de no subestimar a los chicos a la hora de contar una historia que salta sin inhibiciones del thriller al humor, es uno de los mayores méritos de Rowling, junto con su habilidad de situar a la historia en un Londres real y concreto: El Hogwarts Express, el tren que conduce a los estudiantes hasta el internado, parte de la estación londinense King Cross, aunque de la imaginaria plataforma nueve y trescuartos. La casa de los Dursley aparece en un suburbio de clase media a las afueras de Londres. Y Diagon Alley, el pasaje comercial donde Harry compra sus libros y túnicas escolares, en el centro mismo de Londres.

"Lo importante del fenómeno no soy yo, sino la historia que es lo que ha impactado en la gente", dice Rowling, de 35 años, en una conferencia de prensa con 50 medios extranjeros—a la cual fue invitada especialmente la Revista-- en el auditorio de la célebre British Library, en Londres, donde con cortesía inglesa, se anuncia que la autora no responderá sobre aspectos de su vida privada.

Sencilla, enfundada íntegramente en negro, que resalta sus ojos claros, melena dorada y tez nívea como buena inglesa, Rowling, que hace tiempo reside en Edimburgo y rara vez atiende a los medios, se ha convertido gracias a su inventiva en la mujer más rica de Escocia, con una fortuna calculada en cien millones de dólares.

-"El hecho de que el primer manuscrito, después de haber sido rechazado tres veces, finalmente se publicara fue de lo más sorprendente para mí—dice, celosamente custodiada por su agente literario, Chris Little. Y todo lo que me ha pasado desde entonces, me sigue manteniendo en un perpetuo estado de shock. Pienso que en 10 años, al mirar a atrás, voy a aburrir a la gente contando lo que me pasó. Y hasta a muchos les resultará un poco inverosímil la historia".

Hasta antes de Harry Potter, la vida de Rowling no había sido un lecho de rosas. Graduada en Exeter University, con una especialización en literatura clásica y francesa, que la hizo pasar un año por la Sorbona, Rowling trabajó en la sede londinense de Amnesty Internacional, investigando abusos de los derechos humanos en Africa.

La imagen y argumento de Harry la sorprendió en un interminable viaje en tren desde Manchester a Londres. Sin papel ni lápiz, le dio una y otra vez vueltas a la idea tratando de no olvidar la fisonomía y circunstancias de ese personaje que "por primera vez se me presentaba totalmente formado, y sin que yo estuviera preparada para retenerlo".

En los años siguientes, planeó la trama de cada uno de los siete libros que conformarían la gran novela de Harry Potter y escribió el último capítulo del séptimo libro, para no perder el rumbo. "Sé exactamente donde me dirijo en esta historia, la conozco tan bien, conozco tantos detalles sobre los personajes a medida que van creciendo año a año, lo que viven y vivirán, que nunca se me ocurriría no serle fiel a la historia", dice.

Luego de un matrimonio fallido y fugaz, y una breve residencia en Oporto, Portugal donde enseñaba inglés a adolescentes, Rowling se instaló con su hija Jessica de tres meses(bautizada así en honor a su heroína, la escritora Jessica Mitford) en Edimburgo, donde vivía su hermana Di. Su madre con quien mantenía una estrechísima relación había fallecido tras una larga agonía; su padre, empleado en la Rolls Royce se había vuelto a casar. Sin trabajo ni dinero, se encontró luchando por sobrevivir en un departamento de un ambiente, sin calefacción, cobrando un subsidio de desempleo del gobierno.

"No me gusta dramatizar, pero hubo días en que si bien Jessica comía, yo no—admite, reacia a profundizar mucho más en el tema. Estaba muy deprimida, y tener una beba recién nacida tornaba las cosas aún más difíciles. Sencillamente, no me sentía como una persona. El hecho de recibir el subsidio me hacía perder toda mi autoestima. Si bien sabía que en el largo plazo las perspectivas eran buenas, tenía un título, aptitudes, fue realmente el escribir compulsivamente, lo que me previno de perder mi salud mental".

Empezó a darle vida al personaje, escribiendo a mano en las mesitas del café escocés Nicholson—el único lugar donde le permitían escribir por largas horas ordenando sólo un expresso--, rogando que su hija no se despertara. El recinto hoy se ha convertido en lugar de peregrinación para los fanáticos y no falta la chapa que sentencia: "Aquí se escribió Harry Potter".

Pese a los embates, terminó el primer manuscrito y como no tenía dinero para fotocopias ni computadora debió mecanografiarlo dos veces en una antigua máquina de escribir. "Lamentablemente, es una novela demasiado larga y literaria para niños", sentenciaron tres casas editoras. Hasta que Bloomsbury publicó el primer libro en junio de 1997, y los sucesivos, uno por año.

-"Toda mi vida quise ser escritora—dice a modo de introducción. Empecé a leer desde muy chica. Mi madre era una gran lectora. No hubo ningún libro en mi casa que me estuviera prohibido asique he leído de todo. Jane Austen, C. S. Lewis, Elizabeth Goudge, Clement Freud, Roddy Doyle, Paul Gallico, Ian Fleming...A los seis años escribí mi primer cuento, sobre un conejo que se llamaba Conejo...De más grande, otras novelas que nunca se me ocurrió tratar de publicar...La historia de Harry no la escribí pensando en los posibles lectores, la escribí por una necesidad interior y placer personal. Escribir para mí es un gran regocijo. No soy del tipo de escritores que disfrutan de haber escrito algo. Yo disfruto inmensamente el momento en que estoy escribiendo, que después de todo ha sido por la razón por la que siempre quise ser escritora".

¿A qué le atribuye que esta historia, presumiblemente para niños, interese tanto a los adultos?

-Me resulta muy difícil responder a esa cuestión; habría que preguntárselo a los adultos.

En Alemania, por ejemplo, hubo una fenomenal cantidad de adultos que me pedían que les dedicara el libro...no a sus hijos sino a...¡ellos!. Un aspecto, por ejemplo, que podría mencionar es que el humor en los libros es producto de lo que a mí también me resulta gracioso. No de lo que intuyo que los chicos encuentran gracioso, que es muy diferente. Ergo, puedo asumir que para otros adultos también lo es...La idea de pérdida, con la muerte de los padres de Harry, es otro punto con el que se pueden identificar más los adultos que los chicos.

¿La nostalgia por su niñez es lo que la llevó a escribir esta historia?

-No, hay una tendencia a sentimentalizar la niñez que yo no tengo. A la mía la recuerdo, a veces, viviendo momentos de una intensísima felicidad, que jamás se llegan a sentir en la adultez... . Pero admito que todo lo que escribo proviene de mis vívidos recuerdo de cuando era chica. Recuerdo exactamente cómo se sentía ser chico y todo lo que hacía. Y a pesar de haber tenido mucho más contacto con chicos cuando enseñaba, no puedo decir que he sacado de la observación de otros niños nada que haya usado en mis libros. La clave para mí es que yo no veo a los chicos como una extraña banda de criaturas, a las que tengo que investigar, para conocerlos realmente.

¿Qué es lo que más la enorgullece de Harry Potter?

-No soy la más calificada para decirlo, pero si es realmente verdad que con Harry muchos chicos se han acercado a la lectura, sin duda es de lo que más orgullosa me puedo sentir. Escuchar que hay chicos que gritan por un libro, sea mío o de cualquier otro autor, es algo fantástico. Muchas madres me han dicho que ha sido el primer libro que muchos niños varones han leído por ellos mismos. Es algo fantástico, aunque de ninguna manera planeado. No me senté y me dije: "Voy a escribir el libro que va cimentar el hábito de lectura en los niños, y entonces voy a incluir esto y aquello". Tampoco me propuse enseñar un tipo de moral, aunque la moral se desprende naturalmente en esta historia. Pero siempre la historia está primero...Por ejemplo, en el cuarto libro, el más largo de todos, que tiene 700 páginas, y que trata sobre el Mundial de quidditch—Harry va como espectador; la final es entre Bulgaria e Irlanda. Inglaterra queda descalificada frente a Transilvania, con una performance patética, de 310 goles contra tres; Uganda le gana a Escocia-- ya he dicho que habrá muertes...Y recuerdo muy bien las palabras exactas de una madre que en una audición de radio me dijo: "Quiero que mis hijos encuentren en sus libros un lugar seguro, en un mundo peligroso". Lo entiendo, pero como autora debo contar la historia que quiero contar. Sentiría que estoy traicionando a los personajes, a mí misma, al argumento si accedo por presión a no hacer ciertas cosas. Las muertes están ahí por una razón, y cuando termine el séptimo libro podré discutir libremente con quien quiera el por qué de mi razonamiento y cuál ha sido mi justificación. Pero todavía no puedo hablar con la libertad que desearía, para no arruinar la historia.

¿Qué piensa escribir una vez concluido HP?

-Tengo algunas ideas muy vagas que escribo y luego guardo. Y es muy probable que un día, cuando termine de escribir el séptimo libro, las agarre, me de cuenta que son basura y quiera hacer otra cosa totalmente distinta. Me preguntan mucho cuando voy a escribir libros para adultos, como si uno no fuese un escritor serio hasta tanto lo haga. Si soy reconocida como una escritora de literatura infantil hasta el último de mis días, nunca voy a sentir que pertenezco a una segunda categoría. Pero Harry es un proyecto tan enorme---una gran novela que partí en siete pedazos—y me consume tanto tiempo, que no puedo parar a jugar con otras cosas. Lo que más quiero es terminar de contar esta historia.

Por otro lado, soy consciente que nunca voy a poder escribir algo tan popular como esto de nuevo. Pero me conformo con que tampoco nunca fue mi intención hacerlo. Tendré que inventarme un seudónimo, y mandar los manuscritos de manera anónima.

¿Cómo maneja la presión de tener que escribir sabiendo que hay tanta expectativa con el siguiente libro?

- Soy muy afortunada porque planee los siete libros antes de escribir el primero. Entonces sé lo que pasará en cada uno de los libros. Eso me quita un montón de presión. Y es la única manera en que puedo trabajar. ¿Cómo me sentiría si tuviera que ir inventando mientras escribo? No creo que podría hacerlo, particularmente ahora, cuando hay tanta gente esperando los siguientes libros. Además, al escribir , me encierro y no sé muy bien qué es lo que pasa afuera. La presión siempre viene de mi hija de seis años, a quién ya le leí el primero y segundo libro. Cuando estoy escribiendo continuamente me pregunta: "¿Ya terminaste?"

¿Qué significa para usted la magia ?

-Los chicos me preguntan si creo en la magia en el sentido en que aparece en los libros y la respuesta es no. Sí en otro tipo de magia. No quiero parecer
cursi, pero cuando uno lee y recrea en su imaginación lo que el autor se propuso con la suya, ese mundo plenamente reconstruido en tu cabeza, eso sí que es un proceso mágico... ¿Y por qué escribo sobre un mundo mágico? No lo sé, pero lo extraño es que sabía un montón sobre el tema, incluso antes de que se me ocurriera escribir HP, y no sé por qué sabía. En realidad, ese folklore siempre me fascinó. No porque crea en la brujería. Sino que me resulta muy interesante ver como en el pasado la gente solía creer que la magia realmente funcionaba. Entonces, cuando tuve la idea de escribir HP, fue como si inconscientemente hubiera estado investigando para ello. Sin embargo, tres cuartas partes de la magia en los libros, es totalmente inventada

.¿Si eventualmente, HP llegara a los niños desamparados, que viven una infancia aciaga, qué mensaje les daría a estos niños?
-Una de mis teorías de por qué la magia es tan fascinante para los niños, es que ¡tienen tan poco poder para cambiar la realidad! Incluso los niños ricos no lo tien. No sería ese el mensaje para niños en esa situación. Porque la cruel realidad es que esos niños probablemente necesiten algo más, antes que libros. Y no lo digo de una manera liviana. Porque pienso que los libros son algo verdaderamente muy importante.

¿Cómo la afecta a usted y a su escritura el saber que con cada libro, es como si tuviera una máquina de hacer dinero?

-Si fuera mi intención imprimir dinero, no hubiese escrito un libro para chicos. Es por todos conocido que no es la mejor manera de hacerse rico, y perdón por quién lo dice... Es más, mi agente, me lo dijo en la cara: "Nunca vas a hacer una fortuna"...Y si esa fuera mi intensión, ahora planearía 24 libros de HP. Y no pienso cambiar nada, aunque a veces, con la infinidad de propuestas, relacionadas con el tema, la presión para que lo haga se hace muy grande .... Soy una madre sola, y no importa cuánto dinero tenga, todavía no he escuchado que el dinero pueda clonarme, como para que una madre se quede en casa y cuide de su hija y la otra escriba, y salga a promocionar el libro. Entonces, la prioridad para mí primero es mi hija, y la segunda estar conforme con los libros que escribo, no con el dinero.

¿No se cansa de HP después de 10 años de convivir con él?

-No me canso, para nada. Me encanta Harry, realmente. Una de las razones por las que no me canso es que siempre hay nuevos personajes, y otros que se van. Además los argumentos van cambiando, y los personajes evolucionan. No es lo mismo Harry a los 10 años que en la adolescencia, donde descubre tímidamente al sexo opuesto. En el cuarto libro, por ejemplo, todos se enamoran de la persona equivocada. Fue muy divertido escribirlo.

¿Cuál piensa que ha sido su contribución al mundo literario? ¿Y piensa que la historia de HP trascenderá como uno de los grandes clásicos en 50 años a la fecha, por ejemplo?

-No soy yo la indicada para contestar esa pregunta. La respondo con mi opinión de los libros en general: Si algo merece perdurar, probablemente lo hará, sino, no. No creo que ninguno sepamos si ese será el caso de Harry. Y respecto de mi contribución al mundo literario: Simplemente, no lo sé.

Los personajes según Rowling:

-Me gustaría saber de dónde salió Harry, y por qué es como es. Pero sencillamente no tengo respuestas, aunque desearía tenerlas. Hermione es la caricatura mía de cuando tenía 11 años, de lo que no estoy muy orgullosa pero yo no era ni tan inteligente, ni tan insoportable. Me fui relajado mucho más a medida que fui creciendo, y Hermione también lo hará. Y Ron está vagamente inspirado en un viejo amigo, un chico con el que fui al colegio, y que ahora es un hombre que se llama Sean, a quién le dediqué el segundo libro. Ron no es una descripción fiel de Sean, pero después de meses de escribir sobre él me di cuenta de que sin duda Sean influenció a Ron.

-El apellido Potter lo tomé de una familia vecina, que vivía al lado de nuestra casa en Winterbourne, cerca de Bristol, y siempre me gustó muchísimo ese nombre.

Los Dursley son caricaturas en un sentido, pero representan una cierta mentalidad, intolerante y reaccionaria, que todavía es muy fuerte en Gran Bretaña. Están extraordinariamente orgullosos de representar lo que ellos perciben como la familia de clase media modelo. Seguramente votan por los conservadores (los Tory). Lo veo al Tío Vernon eternamente lamentándose que la señora Thatcher no siga gobernando.

¿Qué piensa escribir una vez concluido Harry Potter?
-Tengo algunas ideas muy vagas que escribo y luego guardo. Y es muy probable que un día, cuando termine de escribir el séptimo libro, las agarre, me de cuenta que son basura y quiera hacer otra cosa totalmente distinta. Me preguntan mucho cuando voy a escribir libros para adultos, como si uno no fuese un escritor serio hasta tanto lo haga. Si soy reconocida como una escritora de literatura infantil hasta el último de mis días, nunca voy a sentir que pertenezco a una segunda categoría. Pero Harry es un proyecto tan enorme...una gran novela que partí en siete pedazos; y me consume tanto tiempo, que no puedo detenerme a jugar con otras cosas. Lo que más quiero es terminar de contar esta historia. Por otro lado, soy consciente que nunca voy a poder escribir algo tan popular como esto de nuevo. Pero me conformo con que tampoco nunca fue mi intención hacerlo. Tendré que inventarme un seudónimo, y mandar los manuscritos de manera anónima.

¿No se cansa de Harry Potter después de 10 años de convivir con él?
-No me canso, para nada. Me encanta Harry, realmente. Una de las razones por las que no me canso es que siempre hay nuevos personajes, y otros que se van. Además los argumentos van cambiando, y los personajes evolucionan. No es lo mismo Harry a los 10 años que en la adolescencia, donde descubre tímidamente al sexo opuesto. En el cuarto libro, por ejemplo, todos se enamoran de la persona equivocada. Fue muy divertido escribirlo.


¿A qué le atribuye que esta historia, presumiblemente para niños, interese tanto a los adultos?
-Me resulta muy difícil responder a esa cuestión; habría que preguntárselo a los adultos. En Alemania, por ejemplo, hubo una fenomenal cantidad de adultos que me pedían que les dedicara el libro...no a sus hijos sino a...¡ellos!. Un aspecto, por ejemplo, que podría mencionar es que el humor en los libros es producto de lo que a mí también me resulta gracioso. No de lo que intuyo que los chicos encuentran gracioso, que es muy diferente. Ergo, puedo asumir que para otros adultos también lo es...La idea de pérdida, con la muerte de los padres de Harry, es otro punto con el que se pueden identificar más los adultos que los chicos.


¿La nostalgia por su niñez es lo que la llevó a escribir esta historia? ¿Qué nos depara para el cuarto libro? ¿Qué es lo que más la enorgullece de Harry Potterr?
-No, hay una tendencia a sentimentalizar la niñez que yo no tengo. A la mía la recuerdo, a veces, viviendo momentos de una intensísima felicidad, que jamás se llegan a sentir en la adultez... Recuerdo exactamente cómo se sentía ser chico y todo lo que hacía. Y a pesar de haber tenido mucho más contacto con chicos cuando enseñaba, no puedo decir que he sacado de la observación de otros niños nada que haya usado en mis libros. La clave para mí es que yo no veo a los chicos como una extraña banda de criaturas, a las que tengo que investigar, para conocerlos realmente.Lo entiendo, pero como autora debo contar la historia que quiero contar. Sentiría que estoy traicionando a los personajes, a mí misma, al argumento si accedo por presión a no hacer ciertas cosas. Las muertes están ahí por una razón, y cuando termine el séptimo libro podré discutir libremente con quien quiera el por qué de mi razonamiento y cuál ha sido mi justificación. Pero todavía no puedo hablar con la libertad que desearía, para no arruinar la historia. El cuarto libro, el más largo de todos, que tiene 700 páginas, y que trata sobre el Mundial de quidditch Harry va como espectador; la final es entre Bulgaria e Irlanda. Inglaterra queda descalificada frente a Transilvania, con una performance patética, de 310 goles contra tres; Uganda le gana a Escocia-- ya he dicho que habrá muertes...Y recuerdo muy bien las palabras exactas de una madre que en una audición de radio me dijo: "Quiero que mis hijos encuentren en sus libros un lugar seguro, en un mundo peligroso" No soy la más calificada para decirlo, pero si es realmente verdad que con Harry muchos chicos se han acercado a la lectura, sin duda es de lo que más orgullosa me puedo sentir. Escuchar que hay chicos que gritan por un libro, sea mío o de cualquier otro autor, es algo fantástico. Muchas madres me han dicho que ha sido el primer libro que muchos niños varones han leído por ellos mismos. Es algo fantástico, aunque de ninguna manera planeado

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ENTREVISTA A J.K. ROWLING
[anterior a la publicación del Libro IV]


¿Cómo nació la idea de Harry Potter?

Estaba viajando en tren entre Manchester y Londres cuando se me ocurrió la idea de Harry Potter. En ese momento era esencialmente la idea de un chico que no sabía que era mago, y sobre la escuela de magia a la cual terminó asistiendo.

 ¿Cuánto tardó en escribir el primer libro?

Cinco años, aunque durante ese tiempo yo también estaba planeando y escribiendo partes de las seis secuelas.

  ¿Qué es lo que hizo para asegurarse que los lectores pudiesen comenzar con Harry Potter y la cámara secreta sin haber leído el primer libro?

Está resultando cada vez más difícil mantenerme a la par de los lectores (actualmente estoy escribiendo el cuarto libro). En el caso de Harry Potter y la cámara secreta, el asunto fue relativamente simple: traté de introducir la información sobre Harry y su primer año en Hogwarts tan naturalmente como me fue posible. Sin embargo, para el tiempo en que alcance los libros quinto y sexto, esto va a resultar más difícil. Quizás escriba un prefacio: "previamente en Harry Potter…" y decirle a los lectores que lean los libros anteriores.

 ¿Siempre planeó escribir la historia de Harry en más de un libro? Si es así, ¿en cuántos?

Desde el principio concebí la historia de Harry Potter en una serie de siete libros porque decidí que tomaría 7 años de los 11 a los 17 años de edad entrenar un mago. Cada libro de la serie contaría la historia de un año de la vida de Harry en Hogwarts.

 ¿Alguna pista que nos pueda dar sobre los futuros libros de Harry Potter?

El tema que se mantiene en todos los libros de la serie es la lucha entre el bien y el mal, y me temo que va a haber víctimas. Los chicos siempre me   piden que no mate a Ron cada vez que les cuento esto; ellos parecen creer  que él es el más vulnerable probablemente porque es el mejor amigo del  héroe.

¿Por qué cree que Harry sea tan popular con todo el mundo?

Es muy difícil saberlo porque, en realidad, yo escribo la historia de Harry exclusivamente para mí. No escribo pensando en que es lo que los chicos   encontrarán divertido, sino que escribo lo que me divierte a mí, y supongo  que es por eso que también el libro le gusta a los adultos. Por otra parte, yo  recuerdo bien cómo me sentía cuando tenía la edad de Harry y eso ayuda a  que los chicos se identifiquen con Harry y sus amigos.

¿Alguna vez esperó que Harry Potter sea tan exitoso?

Jamás esperé lo que sucedió con Harry. El momento más excitante para mí  fue cuando supe que Harry iba a ser publicado. Siempre soñé con ver un  libro escrito por mí en los estantes de una librería. Todo lo que ha ocurrido  desde entonces ha sido maravilloso y extraordinario, pero el simple hecho  de poder decir que tengo un libro publicado hizo que se cumpliera el sueño  que tuve desde que era una niña pequeña.

 ¿Se sorprendió de ver que Harry Potter se conecta tan bien con los adultos, como con los chicos?

 Yo no escribí el libro para un público determinado en mente. Lo que me  entusiasma es cuánto disfruto escribiendo sobre Harry. Yo nunca pensé en  escribir para chicos, sino que los libros para chicos me eligieron a mí. Yo  pienso que si el libro es bueno todos lo podrán leer.

 Harry Potter fue publicado primero en Inglaterra y luego en los   Estados Unidos. ¿En qué otro lugar fue publicado? ¿Qué similitudes y/o diferencias encuentra en la respuesta que obtuvo Harry Potter en los diferentes países? ¿Tiene alguna edición favorita?

Harry ha sido publicado, o será publicado próximamente, en Inglaterra,  Norteamérica, Brasil, Holanda, Francia, Alemania, Italia, España,  Argentina, Portugal, Grecia, Checoslovaquia, Suecia, Noruega, Dinamarca,  Finlandia, Corea y Japón. Mi edición favorita es la norteamericana. Espero poder encontrarme con la ilustradora, Mary GrandPré pero también me encanta la edición holandesa.

 ¿De las muchas cosas que Ud. ha escuchado decir sobre Harry Potter,   ¿qué fue lo que más le gustó?

Mi historia favorita es la de una niña escocesa de doce años de edad quien  me vino a escuchar leer Harry Potter en un festival de libros de  Edimburgo. Había mucha gente y se formó una larga fila de gente para que  firmara los ejemplares. Cuando finalmente le llegó el turno a la niña me dijo: ‘Yo no quiero que haya tanta gente aquí, porque este es mi libro" Así me sentía también yo sobre mis libros favoritos… nadie más tenía el derecho de conocerlos, y mucho menos gustarles.

 ¿En qué forma el éxito como autor ha modificado su estilo de vida?  ¿Hay algo que Ud. haya deseado siempre hacer y que ahora tenga la  oportunidad de hacerlo?

Yo nunca esperé estar hablando con periodistas o hacer tareas de promoción y he llegado al punto en el que tengo que decir ‘no ‘ a un montón de cosas para asegurarme que tenga el tiempo suficiente como para poder escribir. Por otra parte, me encanta viajar y ahora tengo la oportunidad de visitar lugares que no conocía. Mi viaje a los Estados Unidos para promocionar Harry Potter fue el primero que realicé a ese país y me enamoré de Nueva York y San Francisco.

¿La reconocen por la calle? ¿Le piden autógrafos? ¿Le gusta que la reconozcan?

Muy rara vez me reconocen por la calle y eso me gusta, porque disfruto siendo una persona común y corriente. Usualmente me reconocen cuando estoy escribiendo en cafés, porque mi conexión con los cafés es ampliamente conocida por la gente de Edimburgo. Ocasionalmente cuando entrego mi tarjeta de crédito la gente reconoce mi nombre. Una vendedora una vez me contó que se llevó Harry Potter y la cámara secreta para leer en su luna de miel.

 ¿Está contenta con la venta de los derechos cinematográficos de Harry Potter? ¿Adónde más podremos ver a Harry Potter en el futuro (juguetes, video games, etc.)?

Yo estoy muy entusiasmada (y un poco nerviosa) con la próxima película de  Harry Potter. Warner Brothers compró los derechos de merchandising, así que es posible que veamos juguetes de Harry Potter próximamente.

 ¿Fue Harry Potter y la piedra filosofal el primer libro que escribió?

Este fue el primer libro que he publicado. Cuando se me ocurrió la idea de Harry Potter yo ya había escrito  y dejado de lado dos novelas para adultos.

 ¿Siempre quiso ser escritora?

Si, desde que tenía la edad de cinco o seis años, cuando escribí mi primer "libro" (una historia sobre un conejo llamado Conejo).

 ¿Dónde, cómo y cuándo escribe?

 En cualquier lugar, en cualquier momento y a mano.

 ¿Tiene planeado alguna otra obra, aparte de Harry Potter?

Yo siempre escribí y sé que siempre escribiré; yo escribiría aunque nunca fuese publicada. Sin embargo, Harry es un proyecto largo y que me lleva mucho tiempo y, sinceramente, no he tenido tiempo de pensar que haré después.

 ¿Qué es lo que más le gusta de su vida como escritora de libros infantiles?

¡Escribir!

 ¿Si no estuviese escribiendo, que es lo estaría haciendo?

Bien, como podrás ver por mis respuestas anteriores, creo que siempre estoy escribiendo. Sin embargo, profesionalmente podría estar enseñando, que también me encanta.

 ¿Cuáles son sus hobbies?

Sentí vergüenza cuando un niño me preguntó el otro día al descubrir que no tenía mucho que decir a la pregunta de "cuáles son mis hobbies" La verdad es que si no estoy cuidando a mi hija, paso el tiempo con amigos, leyendo o escribiendo. El niño pareció bastante frustrado por mi respuesta pero la verdad es que incluso cuando escribir es mi profesión actual, también es mi mayor placer.

 ¿Usted vive en Escocia, pero que otros países ha visitado? ¿Cuáles son sus favoritos? Si usted tuviese que mudarse, donde lo haría?

Yo he vivido en Inglaterra, Francia y Portugal y visitado muchos otros. Amo Portugal (mi hija es medio-portuguesa) y yo estoy deseando llevarla nuevamente allí.

¿Qué piensa su hija sobre su trabajo? ¿Qué libros le gusta leer con su hija?

Ella todavía es muy chica para que le lea los libros de Harry Potter, pero estoy desando que llegue el momento en que pueda compartirlos con ella. A ella le encanta los libros de Beatrix Potter y recientemente le leí el libro "The Lion, The Witch and the Wardrobe", el cual le encantó.

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